AUSCHWITZ,
60 AÑOS DESPUES.
Por:
GERARDO ENRIQUE GARIBAY CAMARENA
28/01/05
El pasado
día 27 de enero se cumplieron 60 años de la liberación del campo de concentración de Auschwitz, en Polonia, se calcula que
mas de un millón de personas fallecieron dentro de este campo, el cual ha quedado para la posteridad como uno de los mas gráficos
ejemplos del grado de sofisticación en la maldad que pueden alcanzar el ser humano y de las consecuencias de los regimenes
totalitarios del siglo XX.
Los
“Mesías”, los “salvadores de la patria” y los “lideres del proletariado” sembraron el
mundo de ruinas y cadáveres. Más de 6 millones de muertos a causa de los nazis
y cerca de 100 millones de victimas fatales del comunismo mundial son una muestra
bastante clara de las consecuencias del totalitarismo y del caudillismo politico-ideologico-militar.
¿Qué
lecciones hemos aprendido de Auschwitz, de Katyn y de Siberia? Que los gobiernos que se consideran a si mismos como “los
buenos” y que acusan a todo quien no se pliegue a sus deseos como parte de una conspiración en su contra generan a mediano
plazo un ambiente de intolerancia y agresión que sirve como caldo de cultivo para los asesinatos en masa y el genocidio (cosa
que hemos visto confirmada con las “limpiezas étnicas” de la exyugoslavia). Además
que el asesinato no es un medio valido para la confrontación ideológica, pero sobre todo, la mayor lección que debemos aprender
de Auschwitz es que:
El ser
humano no vale por si raza, su religión, su lugar de nacimiento o su postura política, las personas valen POR SI MISMAS.
La receta
para evitar otro Auschwitz es el que las diversas sociedades tomen conciencia acerca de la importancia de respetar la dignidad
de la persona humana; muchos países tienen hoy legalizada una forma de holocausto mas refinada y, al mismo tiempo, mas cruel,
no se lleva a cabo en sórdidos campos de concentración, sino en higiénicos hospitales, y su criterio para asesinar no es la
raza o la ideología política, sino la “popularidad”.
Los
abortos masivos y legalizados constituyen un genocidio en base a si la persona “es querida, o no” el pretexto
de “es que fue un embarazo no deseado” no le pide nada en cuanto a cinismo se refiere, a las razones para la solución
final al “problema” judío que esgrimían los nazis; la aprobación del aborto en caso de defectos congénitos es
para efectos prácticos igual a los asesinatos de discapacitados llevados a cabo por nazis y soviéticos.
Este
criterio de “si no es deseado es legitimo matarlo” tiene consecuencias lógicas espeluznantes, a final de cuentas
los judíos tampoco eran deseados por los nazis, de acuerdo a la argumentación de los grupos “pro-elección” habría
que considerar a Hitler no como uno de los mayores asesinos de la historia sino como uno de los antecesores de la política
reproductiva; lastima que los niños abortados no pueden producir joyas de la literatura cursi como el diario de Ana Frank,
a ellos los matan antes de poder escribir.
En Auschwitz
se han reunido en estos días gran parte de los lideres mundiales para recordarnos que el holocausto es algo que no debe repetirse,
una mancha negra en la historia de la humanidad; pero si el mundo al mismo tiempo que condena a los nacionalsocialistas actúa
como ellos, ceremonias como la del 27 de enero son solo una ofensa mas a las victimas. Al ignorar el valor de la persona humana
y subordinarlo a factores externos los países del primer mundo le dan la razón al nazismo alemán, parece que, en ultima instancia,
los nazis ganaron la guerra.