Se equivocó Calderón
Por: Lic. Gerardo Enrique Garibay Camarena
27/10/05
Todavía hace
algunas semanas Felipe Calderón se mostraba seguro de tres cosas: 1) Que la elección interna panista se iba a resolver en
la segunda ronda, 2) Que él iba a participar en esa segunda ronda y 3) que la iba a ganar. Se equivocó, finalmente no hubo
necesidad, Calderón Hinojosa se impuso claramente en la elección interna y obtuvo en la primera ronda la candidatura del PAN
a la Presidencia de la República.
Para este sorpresivo triunfo influyeron varios factores: el
efecto “casino” desatado después de que salieran a la luz pública los permisos para casas de juego expedidos por
Creel antes de renunciar a la Segob, el alto abstencionismo entre los miembros adherentes del PAN, junto con la enorme participación
de los activos (que en buena medida apoyaron a Calderón), el debate televisado entre los precandidatos (donde Creel ofreció
que iba a “combatir la seguridad”), en fin, innumerables factores que confluyeron para cocinar un triunfo cuya
contundencia no habían imaginado ni siquiera los más fervientes seguidores de Calderón.
Sin embargo, tanto para Felipe, como para el PAN, el verdadero
reto comienza ahora. El refrendar la presencia azul en Los Pinos es mucho más que un objetivo coyuntural, es una primerísima
prioridad para una institución que ha venido teniendo una tendencia a la baja en las últimas elecciones ("remember" el Edomex) y
que enfrenta el normal desgaste que sufren los partidos en el gobierno.
Calderón no es Fox, si el PAN quiere tener posibilidades reales
de ganar la Presidencia en el 2006 debe dejar este punto bien claro. Fox era visto como una “persona de a pie”,
un empresario y no un político. Vicente contó además con una gran facilidad para mover multitudes, de la que Calderón carece.
Felipe es un político profesional en el buen sentido de la palabra, ha trabajado durante gran parte de su vida en el ámbito
partidario, desde Acción Juvenil hasta la presidencia del PAN. Calderón es el candidato favorito de los panistas, pero eso
no es ni remotamente suficiente para mantener la Presidencia. Tendrá que convencer a los mexicanos apartidistas, pues de otro
modo será imposible que supere el “techo” de AN (30% de los votos).
Enfrente de Acción Nacional se levantan dos poderosos rivales,
por una parte el PRI, reunido en torno a la figura de Roberto Madrazo y su oferta del “todo tiempo pasado fue mejor”.
Del otro lado el fenómeno López Obrador, que tiene pinta de rebasar al PRD y convertirse en una nueva versión de lo que fue el “efecto Fox” en el 2000.
Hace 5 años Vicente Fox y sus “amigos” aportaron
millones de votos en zonas donde la estructura del Acción Nacional no había podido entrar, pero los tiempos han cambiado,
es claro que Calderón, por su mismo perfil (mucho más identificado con el PAN) no puede generar un fenómeno similar, por lo
que el peso sobre la organización del partido para ganar voto por voto será mucho mayor en estos comicios.
El PAN ya tiene gallo, ahora falta ver como responde su estructura
ante el mayor reto de su historia: mantener lo logrado en el 2000. No es una tarea fácil, de ella depende la permanencia del
proyecto político de Acción Nacional y su viabilidad como institución. Del resultado que obtenga en el 2006 se derivará su visión
a futuro, o su desaparición.
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