3/05/04


El día de ayer la administración Fox rompió con una inercia de 45 años en la política exterior mexicana hacia Cuba, enhorabuena. No se trata aquí de juzgar al régimen de Fidel Castro, sino de una serie de actitudes, por decir lo menos, inapropiadas de parte de la Habana, que han llevado al gobierno de México a tomar esta decisión, seguramente polémica, pero necesaria.

Las relaciones México-Cuba ya en problemas desde la administración de Ernesto Zedillo han ido en constante detrimento durante los últimos años, sobre todo a raíz del famoso "comes y te vas"; el día sábado Castro, en el colmo de su risible senilidad, se paso de tueste, las alusiones a México durante su maratónico discurso del primero de mayo -que miles de cubanos se vieron obligados a soportar bajo pleno rayo de sol por la amenaza de ser considerados como disidentes de actuar de modo contrario- fueron diplomáticamente hablando inapropiadas, y resultaron la gota que derramo el vaso tras las declaraciones del canciller cubano después del voto de México en Ginebra, y la expulsión, "con dedicatoria" del rey del escándalo Carlos Ahumada, además de las presuntas actividades ilícitas llevadas a cabo en nuestro país por altos miembros del Partido Comunista Cubano.

Sin embargo es definitivo que el detonante de la hostilidad cubana hacia la administración Fox ha sido el sentido del voto mexicano en ginebra, durante la sesión de la comisión de derechos humanos de la ONU, en la que una propuesta de resolución que condena las violaciones a los derechos humanos en la isla y pide la visita de un relator de la ONU a Cuba fue aprobada por un solo voto de diferencia.

Durante los últimos años México a votado a favor de los derechos humanos en Cuba, lo que le ha atraído el rencor de un régimen caduco y decrepito como el de Fidel Castro, que busca a toda costa retener a nuestro país dentro de su grupo de cómplices, a costa de lo que sea, aun del chantaje y la agresión.

Por lo pronto es todavía muy temprano para poder predecir en que terminara este culebron, es muy probable que a partir de hoy veamos a los muchos "fans" que Castro en el Congreso, enviando notas de extrañamiento a fox, seguramente la izquierda reaccionara con virulencia contra el presidente, pero lo hecho, hecho esta, Fox ha dado un paso radical en la política exterior mexicana, pase lo que pase las relaciones México-Cuba nunca volverán a ser iguales, por el bien de México, y de los derechos humanos en cuba, esperemos que así sea.

Bravo! Fox